Legisladores solicitan de trasladar sus restos al Panteón Nacional
El cronista de la parroquia Los Godos Edgar Rondón afirmó que el gobierno revolucionario rinde honores a personajes importantes de la historia del país
Greissy Marcano/ Prensa Gobernación.-
“Con el homenaje que le rendirán a Juana Ramírez se reivindican a las esclavas afro-descendientes que cumplieron un papel protagónico en la independencia de Venezuela”.
Así lo manifestó Edgar Rondón, cronista de la parroquia Los Godos, a propósito de la propuesta que elevara el presidente de la Asamblea Nacional e hijo ilustre de Monagas, Diosdado Cabello, de homenajear a la luchadora independentista Juana Ramírez La Avanzadora trasladando sus restos al Panteón Nacional.
Desde el pasado lunes los legisladores de Monagas en sesión ordinaria del Consejo Legislativo Socialista del estado Monagas (Clsem), iniciaron los trámites para dar cumplimiento a esta solicitud y entregársela a la gobernadora Yelitza Santaella, quien será la encargada de elevar la propuesta a la Presidencia de la República.
Rondón enalteció el patriotismo con el cual el gobierno revolucionario rinde honores a personajes importantes de la historia del país, a quienes en épocas pasadas no se les dio el nivel de importancia que tienen en las luchas independentistas.
“Es de la época moderna reconocer la participación que tuvieron los afro-descendientes en las luchas libertarias, ya que por muchas épocas dominó el racismo, con lo cual Venezuela sienta un precedente mundial al otorgar igualdad en nuestros próceres”, comentó.
Juana Ramírez
En el portal web de Rondón, www.historiadematurin.com.ve, reseña que Juana Ramírez, apodada “La Avanzadora” nació en 1790 en Chaguaramal, municipio Piar del estado Monagas, hija de la esclava Guadalupe Ramírez y supuestamente del Gral. Andrés Rojas.
Esta humilde mulata se crió en las sabanas de Monagas, entre Guayuta y Chaguaramal, en una hacienda propiedad de la familia Ramírez Valderrama, posteriormente se muda a la ciudad de Maturín. Desde muy joven se une a la emancipación nacional por la independencia de Venezuela; sumándose a las luchas de la afro-descendiente Marta Cumbale, alzando las armas y la conciencia nacional para luchar por la autodeterminación de su pueblo.
A los 23 años de edad, Juana Ramírez participa en la célebre Tercera Batalla de Maturín del 25 de mayo de 1813, recluta un grupo de mujeres junto a la negra Marta Cumbale de origen haitiano, reuniendo a más de 100 féminas, organizadas bajo las órdenes del Teniente Coronel Francisco Carrasquero, una batería de artillería compuestas por pequeños cañones calibre 24 y otros llamado la Culebrina, ubicados en el sector el Retumbo, y con estas armas explosivas hicieron frente a la invasión que pretendía hacerle a Maturín el Capitán General de Venezuela Domingo de Monteverde, quien llegó frente a la ciudad con 2000 soldados por el sector de la Cruz de la Paloma, e hicieron frente al ejército republicano que dirigían los generales Manuel Piar y Francisco Azcúe.
La Batería de las Mujeres al frente de Juana Ramírez La Avanzadora, la ubicaron en la planicie del cerro Buena Vista al norte de la actual plaza Piar de Maturín. Desde allí retumbaban los cañonazos con olor a pólvora que encendía el espíritu vernáculo de la mujer venezolana, revolucionaria y nacionalista, que contrarrestaban el avance imperial para no dejar mancillar el honor de los pisatarios de esta tierra, que brilló con su estandarte y estirpe de mujeres en la jornada emancipadora.
