Santaella convierte de damnificadas a dignificadas a 11 familias de La Muralla

Ana Rodríguez Mayorga /Prensa Gobernación.- La angustia de 11 familias que moraban en La Muralla, y que continuamente se veían afectadas por las fuertes precipitaciones,llegó a su fin, todo gracias a la eficacia de la gestión de la gobernadora Yelitza Santaella.Y es que la mandataria regional adjudicó 11 viviendas dignas a estos grupos sociales, ya que, además de ser perjudicados por las lluvias, estaban en situación de riesgo por posibles derrumbes de las paredes de sus antiguos hogares y en el peor de los casos, por cortos eléctricos domiciliarios.

Santaella especificó que estas personas fueron reubicadas en el Complejo Habitacional “Hugo Chávez”, ubicado en el sector La Puente de la parroquia Alto de Los Godos del municipio Maturín.

“Personalmente constate la situación de anego que vivían estas personas cada vez que llovía, y en Maturín, eso ocurre con mucha frecuencia. Poe eso hice lo que nos enseñó nuestro Comandante Chávez, a dar respuesta eficaz y les adjudique casas dignas”, explicó.

Dayana Molina, habitante y luchadora social de la comunidad, refirió que por muchos años se vieron afectados por los embates de estos fuertes aguaceros y que su clamor fue escuchado y resuelto por la mandataria regional.

“Nuestras casas se llenaban de agua y teníamos que salir a la hora que fuera por el temor de recibir descargas eléctricas y perdíamos buena parte de nuestras pertenencias y artefactos del hogar, pero gracias a la empatía de nuestra Gobernadora hacia la necesidad de los más necesitados, hoy estamos recibiendo la documentación de nuestros nuevos hogares”, dijo.

Molina, quien además forma parte de la Unidad de Batalla Bolívar Chávez (UBCh), mencionó que con estas nueva entrega de casas, suman a 21 las familias atendidas, pues en un primer momento, 10 familias fueron reubicadas en el urbanismo “Villas del Sur”, en el sector de Parare.

Destacó que en los próximos días las casas que fueron deshabitadas en el sector La Muralla, serán demolidas para evitar que sean habitadas y por ende que nadie sea expuesto nuevamente al peligro inminente del lugar en tiempos de lluvias.